¡Bon nuit melómanos!
Acá estamos ante una nueva edición de la recomendación semanal de la rana, que en esta ocasión llega con un bello clásico del rock.
Hace unos meses revisaba la edición 2012 de los 500 mejores discos de rock de todos los tiempos, según la Rolling Stones. Y pasando las páginas me doy con la sorpresa que no está mi disco top 1, y eso que mantuve la esperanza hasta llegar a la última página, incluido los créditos de la citada revista.
La cuestión es que no aparecía un material que fue inspiración de generaciones y el primer disco (acá puede abrirse la polémica) de rock progresivo. Perdí la fe en la publicación.
El disco al que hago referencia es el maravilloso y mágico In the Court of the Crimson King. Y en esta ocasión les presento la canción "epitaph" que aparece en aquel disco que vio la luz en el año 1969.
King Crimson en 1969
¿Han pensado en el texto de su epitafio?, ¿o al menos cuál será tu última frase al dejar este mundo? Son preocupaciones a tener en cuenta y detalles dignos de la biografía de cualquier persona. Ahora ya no siento tan urgente la necesidad de dejar huella, en forma de epitafio, de los últimos instantes de la existencia. Es más, ahora la gente posmoderna tiene la iniciativa de cremar su cuerpo llegado el momento de la finitud; práctica que en un futuro lejano dejará sin empleo a mis colegas antropólogos físicos (que de por sí ya es complicado conseguir empleo) y pasaremos a ser los fotógrafos callejeros independientes del mañana.
La muerte es un tema amplio y que puede ser abordado desde muchos puntos de vista. En su sentido orgánico, es el cese de todas las funciones vitales del organismo, entonces es parte inherente de los seres vivos. El hombre siempre ha mostrado preocupación por este tema, tanto que ha sido base de una de las instituciones más fuertes, como lo es la religión.
La muerte es un tema amplio y que puede ser abordado desde muchos puntos de vista. En su sentido orgánico, es el cese de todas las funciones vitales del organismo, entonces es parte inherente de los seres vivos. El hombre siempre ha mostrado preocupación por este tema, tanto que ha sido base de una de las instituciones más fuertes, como lo es la religión.
Entonces, sabiendo que la muerte es un proceso de la vida y que nos tocará tarde y temprano, ¿por qué nos afecta tanto? Esto debe radicar en sus aires de incertidumbre que le rodea, ya que nadie, que sepa yo, ha regresado de la muerte para contarnos. Lo que sí es seguro es que su presencia es una ruptura y genera caos social.
Spinetta dice que las personas no temen a la muerte en sí, a lo que realmente temen es al sufrimiento que les pueda causar su llegada, pero el concepto de muerte no es el causante del pavor a la no-existencia, sino al dolor físico que puede originar ésta.
Y bueno, así es la finitud de la vida; no es como el velocista de Zenón que nunca llega a la meta, por virtud de que siempre tiene que recorrer la mitad de lo establecido y esto puede ser divisible al infinito. Todo tiene su final. Esto es más cercano a lo que alguna vez oí a un comentarista deportivo: "el balón traspasó la línea de meta y entró al arco, cumplió su cometido para lo que fue creado".
Ahora si se preguntan cómo me gustaría que fuese mi fin, me voy por la letra de "el pirata", aunque tengo reservada una bizarrez.
Y para cerrar, cinco epitafios de consideración:
01 - Armand-Jean du Plessis, (1585-1642): "Aquí yace un famoso cardenal que hizo más mal que bien. El bien que hizo lo hizo mal; el mal que hizo, lo hizo bien".
01 - Armand-Jean du Plessis, (1585-1642): "Aquí yace un famoso cardenal que hizo más mal que bien. El bien que hizo lo hizo mal; el mal que hizo, lo hizo bien".
02 - Michel de Notre-Dame, Nostradamus, (1503-1566): "No envidiéis la paz de los muertos".
03 - Miguel de Unamuno, (1864-1936): "Sólo le pido a Dios que tenga piedad con el alma de este ateo".
04 - Jean-Baptiste Poquelin (Molière), (1622-1673): "Aquí yace el rey de los actores, en estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien".
05 - Enrique Jardiel Poncela, (1901-1952): "Si queréis los mayores elogios, moríos".
Disfrutaos.
03 - Miguel de Unamuno, (1864-1936): "Sólo le pido a Dios que tenga piedad con el alma de este ateo".
04 - Jean-Baptiste Poquelin (Molière), (1622-1673): "Aquí yace el rey de los actores, en estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien".
05 - Enrique Jardiel Poncela, (1901-1952): "Si queréis los mayores elogios, moríos".
Disfrutaos.
Y de yapa, más King Crimson, un impresionante viaje en el mar, "in the wake of Poseidon", extraído del homónimo disco, posterior al nombrado líneas arriba.