jueves, 4 de septiembre de 2014

Flor de Loto - El charango perdido

¡Buen día melómanos!

Hoy los sorprendo con una nueva recomendación musical, desde el pantano a la ciudad, de anuro a melómano.

En esta ocasión viajamos en nuestro avión progre de Sevilla a Perú (prometo que no siempre la recomendación será de rock progresivo), particularmente a la Lima de aires andinos. 

El grupo que oirán a continuación se llama Flor de Loto. Formados en 1998, recién sacan su primer disco homónimo en el año de 2004. Su influencia es netamente del progresivo de Jethro Tull, sazonado con toques andinos; en este caso, la flauta transversal de Ian Anderson sufre una transformación en quenas y zampoñas. En 2007 sacan su segundo material titulado Madre Tierra y es ahí de donde extraigo el track 2 para ustedes: "El charango perdido". 

Advertencia: Ahora viene un poco de historia.

La historia musical del Perú tiene muchos matices. Tenemos como primer antecedente autóctono la música que se elaboraba en los andes que es muy reconocida y reconocible, ésta ha pasado de generación en generación, sufriendo su propia transformación evolutiva que le da el tiempo y que va de la mano con su historia, hasta llegar a nuestros días; en muchas ocasiones los instrumentos de viento son versionados por instrumentos de cuerda, clara muestra del elemento sincrético español.

Flor de Loto

Lima siempre ha tratado de alejarse del mundo andino (hablando a manera de bloque cultural, ya que geográficamente se encuentra en la costa o chala). Lima es una ciudad que se aparta de su lado indígena, aunque exista actualmente un orgullo chauvinista del mundo indígena del pasado, es la pleitesía al “indio muerto”, al constructor de las ruinas prehispánicas, al forjador de la sorprendente orfebrería de la costa norte, al compositor de los antiguos yaravíes, etcétera; cuestión que hace idealizar una cultura, al extremo de creer que el Inca medía dos metros y que el pueblo indígena actual es una degradación, una involución. ¡Bullshit!

No está de más decir que la sociedad limeña es una sociedad racista y es ahí donde retomo la materia musical. La capital necesitaba un estilo musical propio, algo que representara a la ciudad, un nuevo sonido que los inspire y sea crónica de sus días. Existía ya la música andina, pero Lima tan lejos de los andes y tan cerca de aspirar ser europeos, adopta el vals originario de Austria.

El limeño comienza a componer con un tempo de 3/4 y así nace el vals criollo peruano. Aunque se quiso dejar de lado el sonido andino, su influencia es tan latente que las guitarras evocan el milenario sonido serrano del Perú, así como también lleva una enorme influencia de ritmos negros de la costa. Como decimos por allá: un arroz con mango.

Ahora ya es un muy común utilizar la fusión como expresión musical y contamos con grupos como Uchpa, La Sarita, Bareto, los mismos Flor de Loto, entre otros, que han revalorizado los múltiples sonidos del Perú en versiones más modernas para las nuevas generaciones y las no tan nuevas que crecieron con la famosa frase: “escucho de todo menos chicha”. (*) 

Y bueno, espero que les guste este aporte. No queda más que decir que disfruten de la música.

(*) Nota: Dícese del estilo musical psicodélico con influencia de sonidos andinos, de gran auge entre la población que migró de los andes a la capital peruana.




Y como ya es costumbre, su yapa (pilón) casero, "Danza celta":





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